miércoles, 9 de abril de 2008

EL LORO CANTARÍN

Por Alba Fernández Iglesias.

Érase una vez una niña que quería un loro. Su madre un buen día salió a comprarle un loro en una tienda. Encontró ratas, hámsters, ratones, cotorras y loros. Había tres tipos de loros y la madre cogió el más grande. Compró una jaula con agua.

Cuando llegó a su casa lo puso al sol y se fue a recoger a su hija al colegio. Cuando llegaron, la hija se llevó una enorme sorpresa.

La hija comió, hizo los deberes y se fue a decírselo a sus amigos. Cuando llegaron sus amigos, dijo la niña:

— Le vamos a bautizar. Le llamaremos Clavel.

— No, no, le llamaremos Pichi.

— Sí, le llamaremos Pichi; me encanta ese nombre.

Al día siguiente se levantó la niña y oyó unos ruidos tan fuertes que casi le entran en los tímpanos.

Dice la niña:

— No sabía que pudiera chillar tanto.

Fue a la tienda y preguntó:

— Señor, ¿sabrá por qué mi loro Pichi chilla tanto?

El señor contesta:

— Es que los loros chillan mucho, pero hay una solución: enséñale a hablar. Toma este libro y sabrás cómo hacerlo.

La niña le contestó:

— Muchas gracias, señor, hasta otra.

Una semana después, el loro ya sabe hablar. La niña le dijo:

— Hola, Pichi, ¿cómo estás?

Pichi le dice:

— Bien, bien, ja, ja, ja.

Un día la mamá le dice a la niña:

— Hija, tráeme pan y un periódico.

La niña fue a la panadería y compró pan. Luego cogió el periódico y fue a casa.

Su madre le dijo:

— ¿Qué trae en la portada, hija?

La niña le dice:

— En la primera página trae que hay un concurso y será con loros.

La niña le dice que quiere ir. Al día siguiente le dice su madre que puede ir. La niña dice:

— Gracias, gracias.

Y se lo dice a Pichi:

— ¡Pichi, vas a cantar!

Pichi contesta:

— Eso está genial, eso está genial.

— ¿Tú qué quieres cantar, chocolate o rebelde?

Pichi le dice que quiere chocolate.

— Vale, Pichi, vas a tener chocolate, pero báilalo y cántalo.

La niña se despertó y llamó a su loro Pichi.

Pichi se levanta con salero.

— Tengo que hacerte el vídeo para el concurso y también tienes que cantar. Canta, Pichi, canta.

Pichi dice:

— Soy roquero ooo Soy roquero ooo.

La niña lo grabó y lo mandó al concurso.

Al día siguiente la niña fue a comprar el periódico y lo leyó. Cuando llegó a casa, la niña brincó un buen salto de alegría y fue a decirle a Pichi que había ganado, y Pichi dijo:

— Te lo dije, te lo dije, ganamos, ja ja jaaaa.

Y cantando así se hizo famoso.

Colorín colorado, este cuento se ha acabado.